Digimon vs Pokèmon
By: Aztlan
- Prólogo: La llegada del Olimpo
Durante muchos años, el equilibrio en el mundo Pokémon se ha mantenido estable gracias a la cooperación entre los humanos y los Pokémon, sin embargo, tal equilibrio se ha puesto en peligro gracias al daño causado por las acciones de hombres y mujeres que solo buscan beneficios para sí, Rocket, Magma, Plasma, Galaxia…todos son iguales, pero algo a lo que los Pokémon nunca se han enfrentado es a la venganza… La venganza de seres con poderes inimaginables, aquí empieza nuestra historia, la historia de la primera y la última batalla entre los Digimon y los Pokémon.
En la Isla Prima de la Región de Kanto, se encuentra el Monte Ascuas, lugar conocido por sus spas naturales y sus cavernas ardientes, pero también es el lugar de descanso del Ave Legendaria llamada Moltres, un pájaro de color amarillento, con una gran cresta llameante en la cabeza, su magnificencia solo se compara con el Fénix. Fue creado para mantener el equilibrio en el clima, sin embargo esa mañana en el Monte Ascuas el clima estaba apunto de cambiar…
Sobre la cima del Monte Ascuas se podía observar una gran nube como si fuera una tormenta eléctrica, el fenómeno nunca se había presentado antes, la gran tormenta podía observarse desde la Ciudad Carmín, parecía como un monstruo tratando de devorar a su presa, aquellas nubes oscuras infundían temor entre los humanos y los Pokémon, tan solo con verla, en el cerebro de activaba el instinto mas primario en cualquier ser vivo…sobrevivir.
De repente y sin la mas mínima advertencia de aquella tormenta de rayos, surgieron 12 figuras gigantescas, algo nunca antes visto en el mundo Pokémon, ni siquiera Arceus con Dialga, Palkia y Giratina podrían asemejarse a aquella imagen imponente que producían aquellos 12 seres.
Moltres que había estado en reposo durante los últimos días, se sintió amenazado y debía de estarlo tan solo ver aquellas figuras levitando sobre le cielo de Kanto era aterrador, Moltres de inmediato levantó el vuelo y se abalanzó a atacar, usando Onda ígnea tomo desprevenidos a todos sus enemigos, pero mas a una particular figura, con aspecto de mujer, el cabello de ella era verde, vestía una túnica blanca y llevaba los ojos vendados, Onda Ígnea la golpeó fuerte pues hizo que cayera varios cientos de metros de su posición anterior.
-¡Ola de Profundidad!- se escuchó decir a uno de los seres de aspecto de tritón, que llevaba un tridente. El poder de aquel ser, produjo un gran maremoto desde los alrededores dela Isla Prima, tragándose todo a su pasó, la altitud de tal ataque fue tan enorme que alcanzó a llevarse al ave de fuego, matándola al instante, así mismo toda la Isla Prima se hundió en las profundidades del mar, matando a todos los habitantes y a los Pokémon.
-Estos seres subdesarrollados serán aniquilados- mencionó un ser de extraña apariencia rodeado por fuego.
-Tranquilo Apollomon, primero hay que hacer que paguen por su osadía-respondió una mujer con una armadura con decoraciones lunares y que además portaba un par de guadañas tan afiladas que el mismo Freddy Krueger envidiaría.
Y así tal como llegaron, tomaron rumbos diferentes, todos en pareja, desapareciendo en el horizonte. Nunca nadie había visto morir a un Pokémon, pero en ese oscuro día el ave Fénix de sus cenizas no podría revivir más, su muerte solo marcaría el principio del fin…
- Capítulo Uno: Guerra
La noticia de que el ave del fuego había muerto a manos de unos desconocidos, pronto se esparció por todo el mundo Pokémon, incluso en la zona donde se encontraba el Monte Ascuas pronto comenzó a nevar, signo de que Moltres había desaparecido y en su lugar estaba Articuno.
Por otra parte, ya hacía días que no se reportaba actividad inusual, la vida en las 5 regiones seguía sin detenimiento, sin embargo en Sinnoh, sobre el Monte Corona se encontraban Minervamon y Neptumon observando, esperando para actuar.
-Malditas criaturas subevolucionadas, no saben lo que les espera-dijo Minervamon.
-Tienes razón Minervamon, no se porque Yggdrasil nos mandó a nosotros, bien pueden haberse encargado los Caballeros Reales-respondió Neptumon.
A Minervamon y Neptumon les parecía ridícula la forma en que los Pokémons trabajaban con los humanos y no solamente a ellos, a los demás Olímpicos no les gustaba la forma de ese mundo al que habían entrado para erradicar a sus habitantes, a lo largo de todas las regiones los Pokémon eran tan insignificantes para ellos, tan frágiles, tan fáciles de aplastar. Los Olímpicos aborrecían estar ahí, todos menos Venusmon, ella veía a los Charmander y no podía evitar pensar en Agumon, le fascinaban las aves como Wingull o Staraptor, estaba intrigada por los Pokémon marinos; en especial por Mantyke o Squirtle, ella no podía pensar en otra cosa que los Pokémon, pero si sus compañeros descubrían sus sentimientos, sería considerado como traición y tendrían que matarla, ella no estaba preparada para eso no aún. De repente todos escucharon la voz de Apollomon.
-¿Están todos listos? ¡Ya saben que hacer!- gritó Apollomon. Y de la nada, sobre los cielos de las 5 regiones, descendieron los Olímpicos para atacar.
En Kanto; Apollomon y Dianamon soltaron toda su furia contra Ciudad Azafrán:
-¡Flecha de Apolo! ¡Flechas de Artemisa!- Y los 2 Digimons lanzaron sus flechas contra Silph S.A. derrumbando la estructura.
En Johto; Marsmon y Merukimon causaban estragos en Ciudad Trigal:
-¡Mugen Hadou! ¡Miles de puños!- En cuestión de segundos la mas importante ciudad en cuestión de comunicaciones quedó hecha escombros.
En Hoenn; Vulcanusmon y Venusmon comenzaban con el espectáculo:
-¡Técnica de Bombardeo! ¡Te quiero!- La ciudad Calagua sucumbió en pocos segundos.
En Sinnoh; Minervamon y Neptumon ya lanzaban sus primeros ataques:
-¡Heartbreak shot! ¡Vórtice penetrante!- Ciudad Rocavelo quedo reducida e escombros.
En Teselia; Ceresmon y Junomon ya habían destruido Ciudad Mayólica.
Parecía que las profecías de Nostradamus se cumplirían, pero algo con lo que no contaban los Olímpicos era que los Pokémon también tenían dientes…
- Capítulo 2: Cenizas a las cenizas
Habían pasado solamente algunas horas desde que atacaron todas las regiones, en Sinnoh se podía apreciar una gran destrucción en ya varias ciudades, las columnas de humo se extendían a kilómetros de altura. Minervamon y Neptumon no paraban de lanzar ataque tras ataque, algunos entrenadores Pokémon intentaron hacerles frente en Pueblo Corazón, la líder de Gimnasio Fantima estaba organizando a algunos entrenadores que se habían acercado con ella, cuando recibió la visita de unos buenos amigos:
-No sabemos a lo que nos enfrentamos, pero las noticias que proviene de Ciudad Rocavelo no son alentadoras, por esa misma razón debemos detenerlos aquí y ahora- decía Fantima a la docena de entrenadores Pokémon que tenía enfrente-Lo que sabemos hasta ahora es que uno de ellos aparentemente es del tipo agua, así que los tipos eléctricos serán precisos en esta batalla.
-¡Pues Pikachu y yo estamos aquí para ayudarlos!-se escucho una voz en la parte de atrás de la habitación donde estaban todos reunidos, a la líder de tipo fantasma le pareció familiar aquella voz, cuando se acercó poco a poco al fondo de la sala, se alegró al ver el rostro de aquel chico de gorra roja y de sudadera aguamarina con negro.
-¡Ash! Me alegro tanto de verte, ojalá fuera en mejores circunstancias, pero la situación es desesperada, muchas personas y Pokémon están muriendo y no solamente aquí en Sinnoh, sino que en Hoenn, Johto, Kanto y Teselia- dijo Fantima con un tono realmente preocupado.
-Nosotros también lo hemos escuchado-pronunció una chica que estaba acompañando a Ash que tenía como compañero a un Piplup.
-Dawn tiene razón, hace poco nos comunicamos con Tracey un amigo en Kanto, dijo que Ciudad Azafrán también fue atacada-mencionó Ash .
-Ash, seré franca contigo, no sabemos la verdadera naturaleza de esta criaturas, en este gimnasio solo tenemos Pokémon fantasma, no sabemos cuanto podemos durar en una batalla contra esas cosas, sería mejor que fueras a Ciudad Marina con Lectro, allí serías de mas ayuda-dijó Fantima.
Sin embargo su conversación se vió interrumpida por una explosión no muy lejos del Gimnasio donde se encontraban, de inmediato todos allí presentes salieron a ver que sucedía, y sus temores se hicieron realidad, una critura con aspecto de tritón y otra con una gran espada.
-Pikachu es hora de actuar- dijo Ash.
-Vamos Piplup, también tenemos que apoyar!- ordenó Dawn.
Todos los demás Pokémon comenzaron a atacar a los seres invasores, pero ni el poder de los ataques combinados de los aproximadamente 50 Pokémon que estaban en la batalla en ese momento, afectaban a los Olímpicos.
-Pikachu Impactrueno- ordenó Ash.
-Piplup Torbellino-replico Dawn.
El impactrueno golpeo directamente a Neptumon, quién sorprendentemente a pesar de ser tipo agua no resultó muy lastimado, mientras que el Torbellino de
Piplup no hizo ni un rasguño a Minervamon.
-Tontos, sus ataques no nos hacen daño, ¡Heartbreak Shot!-gritó Neptunomon.
El ataque devastó a la mitad de los Pokémon que combatían en ese momento, matándolos al instante, una espesa nube de humo negro impedía la visibilidad como si un Weezing hubiera lanzado una pantalla de humo.
Neptumon se preparaba para lanzar otro ataque, todo parecía perdido nadie podría sobrevivir a eso, los últimos momentos de vida de Ciudad Corazón estaban pasando, la oscuridad invadía los corazones de todas aquellas víctimas indefensas, los restos de las construcciones de Ciudad Corazón estaban esparcidos por el piso y los cuerpos de los caídos en batalla yacían con un dolor mas allá del alma humana, la escena era indescriptible, no parecía haber esperanza, pero en el último segundo, un rayo meteórico apareció de la nada impactando directamente a Neptumon , desestabilizando su ataque.
Cuando el humo de dispersó lo suficiente, las figuras de 4 Pokémon legendarios aparecieron en el cielo, nada mas y nada menos que Arceus, Dialga, Palkia y Girantina.
-Miren es Arceus-exclamó Ash
-Y viene con Dialga, Palkia y Girantina-respondió Dawn.
Los 4 Pokémon legendarios combinaron fuerzas, lanzando un rayo contra Minervamon, el impacto fue tan fuerte que desestabilizó el Digicore de Minervamon haciendo que sus datos se dispersarán en el espacio, uno de los Olímpicos había muerto. Parecía una victoria segura para los Pokémon, pero la muerte de Minervamon hizo que Neptumon se enfureciera lanzando ataques a diestra y siniestra el doble de poderosos. Pikachu se encontraba en una terreno de fuego cruzado entre ambos bandos, sin poder levantarse, de repente un ataque de Neptumon se dirigía hasta Pikachu, parecía su fin, la rata eléctrica no daría mas electricidad, pero Ash se interpusó, cubriendo a Pikachu pero recibiendo todo el ataque.
-Gracias Pikachu…- fue lo último que pudiera pronunciar antes de caer rendido en el piso.
-Aaaaaaaaaaaaaash no!-gritó Dawn.
Arceus se percató de la muerte de Ash, así que ordeno a Dialga que los moviera hacia un lugar seguro con su habilidad de controlar el espacio, de un momento a otro, los sobrevivientes de la batalla de Ciudad Corazón desaparecieron con la imagen de un Ash muerto y de un Arceus, Dialga, Palkia y Giratina luchando por la sobrevivencia del mundo Pokémon.
- Capítulo 3: Viejos amigos….o ¿enemigos?
Una nueva puerta proveniente del Digimundo se abrió en Ciudad Iris en la Región de Johto, al fondo se podía observar a Marsmon y Merukimon continuando con los ataques a los poblados de Johto, de aquella singularidad de color amarillo-grisáceo con algunas figuras básicas como cuadrados y ciruculos girando en orden fractal surgieron 7 figuras humanas, a simple vista todos eran unos adolescentes, no podían tener más de 15 años quizá menos, todos ellos poseían un par de googles a excepción de uno. Aunque por fuera parecían unos débiles humanos, tan frágiles e impotentes a los poderes de un Digimon e incluso de un Pokémon, pero por dentro contenían un poder tan increíble que la última vez que todos ellos se reunieron salvaron al mundo de morir fragmentado en código binario.
-¿Pero que diantres ha sucedido aquí?- Dijo un chico con una gorra y unos googles encima de ella, que también portaba una camisa roja.
-Es…es… ¡es horrible!- Mencionó un chico con googles de buceo. En verdad la imagen era desoladora, las columnas de humo se extendían amargamente en el cielo, los incendios parecían como las luces de una gran ciudad, lo que antes seguramente fue la señal de una gran sociedad, ahora estaba destruida.
-¿Por qué Orphanimon nos ha citado aquí?-Preguntó el chico sin googles.
-No lo sé, pero debe de ser importante…¡Miren es Marsmon!- Dijo un chico de playera roja con blanco, que estaba acompañado por una criatura de color rojo con unos audifónos.
Pero su estado de sorpresa se agrandó cuando de repente desde los cielos llegaron 2 aves, y rodeándolos por tierra 3 perros amenazaban a Marsmon y Merukimon. Sin pensarlo 2 veces Merukimon comenzó a atacar, tratando de vengar la muerte de su compañera y amiga Minervamon:
-¡Miles de puños!- Su técnica impacto directo a uno de los perros de color azul con blanco, pero sin dejarlo fuera de combate. Al siguiente instante una de las aves que poseía una cola de arcoíris, lanzo un gran ataque, dejando ver obviamente que era el Fuego Sagrado de Ho-Oh, al mismo tiempo Lugia usaba Aerochorro impactando contra Marsmon quien al poseer atributos de fuego quedo severamente debilitado. La batalla se extendió por algunos minutos cuando por fin los chicos del digimundo reaccionaron:
-¡Tenemos que ayudar a Marsmon y a Merukimon!-Dijo un chico con una chamarra que tenía un estampado de llamas.
-¡No Davis! Mira lo que le han hecho a este mundo….ellos solo han traído terror y sufrimiento-Dijo el chico de los googles de buceo.
-¡¿Pero en que estás pensando Takato?! Que no ves que si no los ayudamos los derrotarán, además deben de tener una buena razón para hacerlo.- Dijo el chico de la gorra.
-Takuya, parece que tu Digispirit te ha dejado mal de la cabeza, nosotros defendemos la Paz, no fomentamos la batalla a menos que sea necesario- Dijo el chico de la playera roja con blanco.
Las tensiones fueron aumentado entre los 7 adolescentes, parecía que la mitad de ellos quería ayudar a los Digimon, pero la otra mitad quería detenerlos, solo un chico permanecía callado, un chico de cabello alborotado que tenía unos googles y un compañero parecido a un Charmander. De pronto Davis le encesto a Tagiru un puñetazo en la mejilla derecha, el respondió con una patada en los testículos, aquello fue el detonante de repente, empezaron a pelear entre sí sin que los pudieran detener, Takuya Digievolucionó en Aldamon, parecía que una batalla épica sin precedentes estaba a punto de comenzar.
Con la que podía ser la única esperanza de los Pokémon o la condenación detenida, no había quién detuviera a los Olímpicos, los Pokémon Legendarios eran ayudados por varios Pokémon normales, sin embargo, la guerra no estaba muy lejos de poder ganarse.
- Capítulo 4: Tiempo de penumbra.
Brock, Dawn y Pikachu habían sido transportados a la entrada del Monte Moon en la región de Kanto, donde algunos sobrevivientes de los ataques de Apollomon y Dianamon se refugiaban, tratando de escapar, de organizar una resistencia o simplemente de olvidar lo que había sucedido. La civilización Pokémon como se conocía, ya no existía mas, muchos Pokémon habían muerto, ciudades enteras estaban en ruinas y lo peor era que no se veía que los invasores mostrarían piedad en algún momento. El portal de Dialga dejó a Dawn, Brock y Pikachu cerca de la entrada del Monte Moon, a su lado se podía ver un centro Pokémon o lo que quedaba de él, los signos de la batalla eran evidentes, escombros, cenizas e incluso cadáveres.
Los tres aventureros decidieron adentrarse en el Monte Moon sin saber lo que les esperaba, pronto se dieron cuenta de que las cosas eran más horribles de lo que parecían.
Mientras en la Región de Johto hace poco se había librado una gran batalla, los cuerpos de 5 Pokémon legendarios yacían muertos sobre las tierras de Johto, Ho-Oh, Lugia, Entei, Suicune y Raikou, todos estaban muertos, solo una figura se movía lentamente era Merukimon, pero no el Merukimon fuerte y rápido que todos conocemos, sino que tenía muchas heridas, por su aspecto la batalla fue cruenta, sin embargo no se podía ver al otro Digimon Marsmon, haciendo pensar que había caído en batalla. Pero eso no era todo en la región de Johto, también sobre lo que antes era Ciudad Iris parecía que un poder descomunal se había liberado ahí, en ese momento había nadie allí, sin embargo entre las llamas y las columnas de humo, se podían observar los cuerpos de 3 chicos, uno de playera azul con rojo, otro que poseía unos googles de buceo y otro chico un poco mas alto cuya playera no tenía mangas, por la cantidad de devastación y las heridas en sus cuerpos, lucharon hasta el último segundo, debe de haber sido por una buena causa.
En el Monte Moon, la enfermera Joy trataba de salvar a un Tangela que había sido alcanzado por el fuego de Apollomon, ella pareciera que no había tenido descanso desde hace un buen rato, en sus ojos se podía ver el agotamiento, al final el Tangela n resistió mas y murió, Joy se maldijo a ella dentro de sí, por no poder hacer más.
-¡Demonios!-dijo la enfermera Joy.
-Hizo todo lo que pudo enfermera Joy-dijo un hombre de edad avanzada que tenía una bata de laboratorio.
-¡Profesor Oak!-gritó una niña desde la entrada de la cueva llamando la atención del hombre con bata.
-¡Dawn! ¡Brock! ¿Qué hacen aquí? ¿Cómo han llegado? Yo pensaba que aún seguían en Sinnoh…un momento… ¿Dondé está Ash?-preguntó Oak.
-Ash…Ash… ¡Ash no lo logró!-dijó la niña soltandosé a llorar sobre el hombro de Oak.
-¿Profesor y la madre de Ash?-preguntó Brock.
-Ella junto con Tracey están desaparecidos, vengan les explicaré-Dijo Oak.
-Dawn tienes que ser fuerte, ya habrá tiempo de llorar, ahora tenemos que ver como detenemos está amenaza-dijo Brock
Los 2 chicos junto con Pikachu siguieron al Oak hasta lo que parecía ser un centro de operaciones de la policía Pokémon, quizá no era la mejor tecnología, pero era de lo poco que alcanzaron a rescatar antes de que Apollomon y Dianamon destruyeran todo.
-Esto es lo poco que sabemos hasta ahora-dijo Oak-el primer reporte de ataques fue en el Monte Ascuas, cuando desapareció la Isla Prima, algunos testigos de la Isla Tera dijeron que 12 figuras masacraron a Moltres antes de hundir la isla-explicó Oak-Sabemos que 2 de ellos se dirigieron a Kanto, 2 a Johto, 2 a Hoenn, 2 a Sinnoh y 2 a Teselia, 2 de ellos tomaron camino a altamar y no sabemos de su paradero, las batallas empezaron todas a la misma hora como si se hubieran puesto de acuerdo, después de un día de destrucción aparecieron los Pokémon legendarios en las 5 regiones-dijo Oak.
-Así es, nosotros vimos la llegada de Arceus junto con Dialga, Palkia y Giratina, es más, fue Dialga quién nos trajó aquí-dijó Dawn.
-Lo suponía, sin embargo, no tengo buenas noticias, hace media hora que perdimos todo contacto con las otras regiones, lo último que supimos era que en Johto lograron matar a una de esas cosas, pero los Pokémon no lo lograron-dijo Oak.
-¿Profesor acaso nos está diciendo que Ho-oh, Lugia y los demás murieron?-dijo Brock.
-Así es Brock, en Hoenn parece que sobrevivieron Kyogre, Rayquaza y Regigigas, sin embargo no sabemos que sucedió después, en Sinnoh la historia es diferente, antes de perder la conexión solo quedaba Arceus contra una de esas cosas, mientras que en Teselia Reshiram y Zekrom perdieron, aun rogaban porque Kyurem apareciera de la nada, pero no sabemos lo que sucedió después pero lo peor de todo es que no sabemos porque rayos nos están atacando.-Dijo Oak.
-Quizá nosotros podamos darles una respuesta-en la entrada de la caverna aparecieron las figuras de un hombre y una mujer con unos uniformes extraños y un Meowth.
- Capítulo 5: No todo esta perdido
Era el equipo Rocket el que se había aparecido en la entrada de aquella cueva en el Monte Moon, estaban cansados y parecían haber tenido una batalla pues sus uniformes estaban rasgados y sucios:
-¡El equipo Rocket! ¡Sabía que ustedes estarían detrás de esto!-dijo una chica de cabello naranja que tenía un short muy corto y una blusa amarilla, llevaba una bicicleta que estaba chamuscada.
¡Misty!-exclamó Brock.
¡Brock! ¿Qué hacen aquí? No veo a Ash, ¿donde está el?- Dijo Misty.
Brock negó con la cabeza, Misty no lo podía creer, al igual que Dawn se puso a llorar desconsoladamente, de pronto ella se volteó a ver al equipo Rocket con una mirada fulminante.
-Ustedes tienen la culpa de todo esto, malditos, como dejaron que esto sucediera, las pagarán- dijo Misty.
-No te alborotes mocosa-dijo Jessy- Nosotros no fuimos, les contaremos lo que sucedió realmente.
Hace aproximadamente un mes, el Equipo Rocket
obtuvo un comunicado de Inteligencia, donde en la región de Sinnoh, el equipo Galaxia estaba experimentando en el Monte Corona con un portal hacia otro universo-Terminó de decir Jessy.
-Entonces, el equipo Rocket organizó un ataque a la base del equipo Galaxia, para cuando llegamos, ya era tarde habían cruzado el umbral y habían terminado la conexión, el portal se había cerrado.- Dijo James.
-Pero no nos habíamos dado cuenta de que la secuencia de autodestrucción estaba activada, toda la base explotó, nosotros logramos salir, pero cuando salimos observamos a esas criaturas, pensamos que vienen del mundo al otro lado del portal de Monte
Corona- Dijo Meowth
Pero no pudieron continuar con la explicación porque un temblor cimbró toda la cueva, de inmediato salieron todos los que estaban dentro, pero lo que vieron les hizo querer entrar otra vez, pues Apollomon y Dianamon estaban batallando contra Zapdos, Articuno, Mew y MewTwo, cuando de repente llego Venusmon, los otros Olímpicos se alegraron de ver a Venusmon, pero Venusmon comenzó a ayudar a los Pokémón, sin embargo también comenzaron a llegar Merukimon , Ceresmon y Junomon, también del lado de los Pokémon llego Kyurem, Regigas y Registeel, Rayquaza y otros sobrevivientes Pokémon
Legendarios, parecía que la última batalla se libraría ahí y ahora.
-Solo hay una forma de terminar esto- Dijo Venusmon a los humanos, uno de ustedes tiene que regresar en el tiempo y evitar todo esto.
De repente Celebi apareció, estaba débil, solo le quedaba energía para un enviar a alguien pequeño al pasado, Misty, Brock y Dawn se miraron, segundos después voltearon a ver a Pikachu, este entendió perfectamente lo que le querían decir, corrió directamente a donde estaba Celebi, un portal temporal se abrió por el que Pikachu pasó, después de esto, Celebi cayó. Solo existía un pensamiento en todos los humanos y Pokémon de ese momento: ¡Buena suerte Pikachu!
Pikachu se vió envuelto en un túnel de varios colores que iban desde el verde hasta el azul, sentía que no existiera, podía ver acontecimientos que ya habían sucedido como la muerte de Ash o la muerte de Moltres, aquello era todo un espectáculo digno de ser recordado. Finalmente y después de una asombrosa travesía por el tiempo, llego al otro lado del portal, al principio estaba desconcertado, pero pronto pudo darse cuenta de donde se encontraba, era nada mas ni nada menos que el Monte Corona, el lugar donde el equipo Galaxia desataría el fin del mundo Pokémon.
Pikachu tenía que darse prisa, pues no podía perder tiempo, no sabía cuanto tiempo faltaba para la apertura del portal o peor aún para la destrucción de la base. Pikachu corría por los ductos de aire, el metal se sentía frío y olvidado, pero tenía una misión que cumplir no podía darse el lujo de ir por los pasillos, pues corría el riesgo de que lo atraparan, cuando finalmente llego a la sala del portal, pudo observar la puerta al digimundo, era algo que nunca antes había visto, ni los Unknow podrían crear tal escena casi mágica, la combinación de colores amarillos y naranjas así como la rotación de figuras geométricas de un modo fractal hacía que la puerta al digimundo luciera como la respuesta al universo, Albert Einstein hubiera dado lo que fuera por observar tal fenómeno. Pikachu se dispuso a esconderse hasta que pudiera pasar por la puerta, miro a su alrededor y lo único que consiguió ver, fue un carrito que tenía cajas negras, la rata eléctrica se aventuro hasta llegar a las cajas, todas contenían provisiones desde equipo técnológico, hasta alimentos, la bola peluda de color amarillo se escondió dentro de una caja, el carrito estaba listo a cruzar la puerta junto con un contingente de Humanos y Pokémon cuál conquistadores en la época de Colón. Pronto el carrito comenzó a moverse, acercándose a la puerta más y más, Pikachu sabía que debía detener el ataque al Digimundo, pero aún no sabía como, de pronto y sin aviso el carrito cruzo la puerta, los soldados del equipo Galaxia quedaron asombrados al ver ese lugar de piso de algodón con árboles que por frutos tenían juguetes y estaba lleno de Huevos, la escena era posiblemente comparada con un día de Pascua, dulces y Huevos escondidos en cualquier lugar, sin previo aviso, Pikachu saltó de su escondrijo y empezó a mandar descargas eléctricas a los que tenía alrededor, sin embargo no fue suficiente, los ataques de los Pokémon circundantes hicieron que se tuviera que retirar a un lugar mas seguro. Herido y confundido se encontraba detrás de unos arbustos, observando como los Humanos atacaban ese lindo poblado, ese lugar al que se le conocía cono el Pueblo del Comienzo, pronto se desato una pelea entre Pokémons y Digimons, la misión de Pikachu falló por completo, no había podido evitar una confrontación directa, sin embargo aún quería hacer algo y con sus últimos esfuerzos detuvo la batalla entre las dos facciones con un impactrueno, Pikachu había salvado al pueblo del comienzo pero en el proceso, había alcanzado a algunos Digimon y Digieggs el daño estaba hecho.
Pikachu no tenía a donde ir, asi que comenzó a correr tratando de alejarse lo más posible del lugar sin embargo, no pudo recorrer mas que 100 o quizá 200 metros antes de caer rendido, lo último que pudo ver antes de la inconsciencia fue la imagen de un chico con una sudadera negra que llevaba en su mano un extraño aparato de color blanco con líneas de pigmentación aguamarina y a una extraña criatura no mas grande que él de color amarillo, con ojos azules, que caminaba en 4 patas y la punta de su cola era de color blanco.
- Epílogo: Sacrificios
Pikachu se había desmayado enfrente de un chico de no más de 16 años, llevaba un sudadera negra y debajo una playera blanca con un borde verde, su compañero era una pequeña Viximon, aquel Tamer sacó de su bolsillo un Digivice de color Aguamarina tratando de analizar la extraña criatura que tenía enfrente.
No creo que sea un Digimon Aztlán- dijo Viximon tratando de olfatear aquella criatura.
No me aparecen sus datos Viximon, pero se ve que está muy malherido- dijo Aztlán
Aztlán tratando de tomar a esa criatura que parecía una rata de aspecto amarillo, se agachó pero recibió una fuerte descarga eléctrica, una habilidad que no había visto antes en el digimundo, cualquiera podría jurar que ese animal era un Digimon, pero jamás habían visto uno igual a ese.
-Lo intentaré otra vez Viximon, debemos de hacer algo para ayudarlo-dijo aquel Chico que tomó a Pikachu en sus brazos resistiendo las descargas de electricidad en todo su cuerpo, la rata eléctrica sintió el abrazo que le proporcionó el Tamehaciendolé recordar a su entrenador que dio su vida para salvarlo a él. En ese momento Pikachu supo que hacer, sabía que no todo estaba perdido, que aún contaba con un amigo, que aún podía salvar el Pokémundo, entonces con un último esfuerzo miró a Aztlán, pero aquella mirada lo dio todo, ¡Pikachu hizo que aquella mirada explicará su situación y la desesperación que tenía! Aquella mirada pareció ser una conexión psíquica, un momento de iluminación entre el Pokémon y aquel Tamer. En segundos Aztlán pudo ver las imágenes del mundo Pokémon, la llegada de los Olímpicos, la batalla en Sinnoh, la destrucción de Kanto, la batalla en el Monte Moon y después la huida de Monte Corona, pero Aztlán vió algo que sería la clave para ayudar a Pikachu, vió a 7 chicos cerca de Ciudad Iris…¡Esa era la respuesta! Aztlán supo exactamente que hacer en ese momento, con una sonrisa se despidió de Pikachu, la rata eléctrica había cumplido su misión, evitar que todo eso pasara, al menos, eso era lo que quería creer, momentos después aquel Pokémon eléctrico dio su último respiro, falleciendo sobre los brazos del Tamer de sudadera negra.
Aztlán no pudo evitar soltar algunas lágrimas por la muerte de su más reciente amigo, él sentía el sufrimiento del Pokémon, después de todo, su mundo estaba destrozado y su mejor amigo había muerto. Pero eso no se quedaría así, Aztlán sabía lo que tenía que hacer, después de enterrar a su pequeño amigo Pikachu, se dirigió hacia otra parte del Digimundo junto a Viximon.
-Aztlán ¿A dónde vamos? –Dijo Viximon.
-Vamos a ayudar a unos viejos amigos a que entren en razón-Dijo Aztlán.
Una puerta proveniente del Digimundo se abrió en Ciudad Iris en la Región de Johto, de aquella singularidad de color amarillo-grisáceo con algunas figuras básicas como cuadrados y círculos girando en orden fractal surgieron 7 figuras humanas, a simple vista todos eran unos adolescentes, no podían tener más de 15 años quizá menos, todos ellos poseían un par de googles a excepción de uno.
-¿Pero que diantres ha sucedido aquí?- Dijo un chico con una gorra y unos googles encima de ella, que también portaba una camisa roja.
-Es…es… ¡es horrible!- Mencionó un chico con googles de buceo. En verdad la imagen era desoladora, las columnas de humo se extendían amargamente en el cielo, los incendios parecían como las luces de una gran ciudad, lo que antes seguramente fue la señal de una gran sociedad, ahora estaba destruida.
-¿Por qué Orphanimon nos ha citado aquí?-Preguntó el chico sin googles.
-No lo sé, pero debe de ser importante…¡Miren es Marsmon!- Dijo un chico de playera roja con blanco, que estaba acompañado por una criatura de color rojo con unos audifónos.
Pero su estado de sorpresa se agrandó cuando de repente desde los cielos llegaron 2 aves, y rodeándolos por tierra 3 perros amenazaban a Marsmon y Merukimon. Sin pensarlo 2 veces Merukimon comenzó a atacar, tratando de vengar la muerte de su compañera y amiga Minervamon
-¡Tenemos que ayudar a Marsmon y a Merukimon!-Dijo un chico con una chamarra que tenía un estampado de llamas.
¬-¡No Davis! Mira lo que le han hecho a este mundo….ellos solo han traído terror y sufrimiento-Dijo el chico de los googles de buceo.
-¡¿Pero en que estás pensando Takato?! Que no ves que si no los ayudamos los derrotarán, además deben de tener una buena razón para hacerlo.- Dijo el chico de la gorra.
-Takuya, parece que tu Digispirit te ha dejado mal de la cabeza, nosotros defendemos la Paz, no fomentamos la batalla a menos que sea necesario- Dijo el chico de la playera roja con blanco.
De pronto Davis le encesto a Tagiru un puñetazo en la mejilla derecha, el respondió con una patada en los testículos, aquello fue el detonante de repente, empezaron a pelear entre sí sin que los pudieran detener. Estaban a punto de comenzar una pelea cuando de pronto:
-Vaya, vaya, vaya-Dijo con un tono cínico un chico de sudadera negra acompañado de un Viximon- Con que ustedes son los All-Stars…no parecen tan heroicos tratando de matarse entre ustedes.-Terminó de decir aquel chico.
Los All-Stars fijaron sus miradas en él y dijeron en coro: -¿Quién eres tú?
-Mi nombre no es relevante, lo que importa es que ustedes parecen una bola de inútiles por como se comportan- respondió el chico.
-¡¿Cómo te atreves a hablarnos así?!-dijo Takuya y al decir esto corría hacia aquel Tamer que los había insultado, preparándose para darle un golpe, cuando estuvo lo suficientemente cerca, cerró su puño y lo lanzó contra la cara de su enemigo, sin embargo su oponente esquivó el golpe, se posicionó detrás de Kanbara, tomó la ropa interior del líder de la 4° Generación jalándola tan fuerte, que esta misma no resistió y se desgarro, después de esto Kanbara quedó en el piso humillado, el Tamer de ese Viximon volteó para dirigirse a los demás All-Stars quiénes estaban enfurecidos por lo que le habían hecho a su compañero.
¬-Pueden llamarme Aztlán, ella es mi camarada Viximon y no tengo tiempo para perderlo en una pelea con ustedes-comenzó a decir Aztlán.
-¡¿Entonces que quieres de nosotros?!-exclamó con rabia el joven Masaru.
-Lo único que vine a hacer aquí, es recordarles quiénes son ustedes-contesto Aztlán-¿Qué acaso no ven que peleando entre ustedes lo único que conseguirán es debilitarse? ¿Qué acaso ustedes no pelean por la paz y la justicia? Ustedes lo único que me dan es pena, pena por tratar de aprovecharse de estas criaturas inocentes, está situación no es diferente a la de todos ustedes ¿Taiki acaso no recuerdas cuando conociste a Shoutmon? ¿Takato no recuerdas cuando creaste vencieron al Delipa? ¿Davis ya se te olvido todo lo que daría V-mon para protegerte? Estas criaturas solo quieren defender lo que por derecho es suyo, los Olímpicos no tienen el derecho de atacar este mundo ¿Es que a ustedes ya se les olvido lo que quizó hacer quartzmon? Ustedes se unieron para evitar eso, unieron sus fuerzas, su coraje, su valentía y sus ganas de vivir para derrotarlo, quizá yo solo sea un novato que no he podido hacer evolucionar a Viximon, pero de algo estoy seguro que estas criaturas llamadas Pokémon, tienen el derecho a vivir, ¡aún por las acciones que han cometido! Cada uno de ustedes ha sabido perdonar a sus enemigos llegado el momento, si en realidad les queda algo de los valores que ustedes representan debajo de esa capa de soberbia, es momento de que actúen una vez más, no por el Digimundo, no por el mundo real, sino para proteger a quienes como ustedes en algún momento lucharon contra enemigos cientos e incluso miles de veces mas poderosos.
El silencio se apoderó del lugar durante varios instantes que parecieron siglos, para ese momento Takuya ya se había levantado y regresó con sus compañeros, todos observaban al misterioso chico llamado Aztlán, solo Dios sabe que pasaba por las cabezas de ellos en ese momento, para su mala fortuna, una oficial Jenny se apareció en una motocicleta juntó a su Growlithe, al ver a los chicos de apariencia extraña con esas criaturas que jamás había visto, pensó que podían ser secuaces de aquellas criaturas que destruían las ciudades de Johto, entonces bruscamente detuvo su vehículo y sin previo aviso disparo su arma mientras le ordenaba a su Pokémon atacar a un pequeño Dinosaurio de color azul con blanco, el proyectil de la Oficial Jenny se dirigía hacia Takuya, quién al ver que esto no pudo reaccionar rápidamente, la escena parecía desarrollarse en cámara lenta, Aztlán se percato algunos instantes antes de que el proyectil impactara contra Takuya y que el lanzallamas de Growlithe atacara a V-mon, entonces reaccionando casi por instinto saltó para recibir la bala en vez de Takuya al mismo tiempo que deslizaba una carta de color verde en su Digivice.
-¡CAMBIO DE CARTA! ¡Conexión V de velocidad!-Al decir esto, la bala impactó contra el pecho de Aztlán mientras que Viximon tomaba a V-mon alejándolo del lanzallamas.
Todos se quedaron estupefactos, no podían creer lo que había sucedido, Takuya en especial, aquel chico que le había hecho calzón chino, había saltado sobre de él para protegerlo.
-¡Matanza de piedra!-Viximon ataco a Growlithe, haciendo que él y la Oficial Jenny salieran huyendo.
Mientras la playera de Aztlán ya se había teñido de rojo, todos estaban haciendo lo posible para parar la hemorragia, Taiki estaba buscando en su XrosLoader algún Digimon que los ayudará en ese momento de crisis, pero había olvidado la memoria correcta en algún otro lugar, Taiki se maldecía por no poder ayudar, pero para Aztlán ya era tarde, la bala había roto 3 costillas y perforado un pulmón, pronto moriría, él lo sabía.
-Taicofcof…acércate…-pronunció con dificultad Aztlán, Tai se agachó para escuchar a quien consideraba su nuevo amigo.-Tu sabes que es lo correcto cofcofcof-Aztlán tosía y expulsaba sangre por la boca, no le quedaba mucho tiempo –Ten quiero que conserves esto- Aztlán sacó un par de googles de uno de sus bolsillos –Planeaba usarlos alguna vez, pero creo que ya no los necesitaré- lo decía al mismo tiempo que mostraba una sonrisa.
¬-¡No, no pierdas la esperanza!, debes ser fuerte, ¡Resiste! Te ayudaremos… -Decía Tai con lágrimas en los ojos.
-No me queda mucho tiempo, solo una cosa más, terminen con esto de una vez, esa guerra ya ha cobrado suficientes vidas, no les pido que traicionen a los Digimons, solo les digo que tienen que pelear por una causa noble y justa…tu también Viximon no permitas que esto continué-Decía Aztlán, al decir esto una luz salió de su Digivice.
¬¬-Viximondigivolves a… Renamon, Renamondigivolves a… Kyubimon, Kyubimondigivolves a… ¡Taomon!-.
El grupo de chicos y Digimons que tenía a su alrededor no podía evitar llorar por lo que sabían ocurriría dentro de poco.
-¡No dejaré que te salgas con la tuya! Debes de luchar esta batalla, no puedes abandonar la pelea así no más…-Decía Tai mientras agitaba el cuerpo de Aztlán tratando de hacer algo para que se levantáse.
-Mi misión está hecha amigo mío, mi misión esta hecha…- segundos después Aztlán murió, el ambiente se sentía lúgubre, nadie se atrevía a decir ni una sola palabra, Taomon solo veía como su Tamer había dado la vida por un chico que lo intentó golpear, nunca olvidaría el sacrificio que su amigo hizo ese día.
¬-Él tenía razón, no podemos dejar que sigan destruyendo este mundo, nosotros somos All-stars y eso es lo que haremos,pelear por una causa justa-Dijo con rabia TakuyaKanbara aún con lágrimas en los ojos –Pelearé hasta el último segundo, daré mi vida de ser necesario, pero la muerte de aquel que me salvó la vida no quedará así…¡Honraremos su vida, peleando la buena batalla! ¿¡Quién está conmigo?!- Un silencio sepulcral invadió a los demás chicos, no sabían como reaccionar, hasta que Tai se levantó del lugar donde se encontraba el cuerpo de su amigo muerto –Yo te apoyo… -Dijo Tai
-¡Yo también! –Yo también dijo Takato.
-Y yo… -Dijo Davis. Al poco tiempo los 7 chicos estaban listos para la batalla junto con Taomon.
-Ahora entiendo porque Orphanimon nos trajó aquí- Dijo Masaru.
Takuya se acercó a Aztlán, se agachó y susurrándole al oído le dijo:
¬-No te preocupes amigo, nosotros nos encargaremos.FIN